Hola.
Mi nombre es Svetlana. Hablo cinco idiomas y tengo planes de aprender otros dos.
Dice la sabiduría popular que «Se vive otra vida por cada idioma que se habla» y creo exactamente eso: saber idiomas me ayuda a sentirme en casa en cualquier sitio del planeta, a capturar el mundo en todos sus colores y matices. Además, aprender idiomas me hizo comprender mi propia lengua hasta tal punto que me convertí en profesora de Ruso.
Toda mi vida ha trascurrido entre el aprendizaje y la enseñanza de lenguas extranjeras. Primero, en el colegio, y luego en academias privadas, en la Universidad Estatal Lingüística de Minsk (Bielorrusia), Universidad Complutense de Madrid, Universidad Estatal de Lomonósov de Moscú, campamentos internacionales, estancias lingüísticas…
Más adelante empecé a ejercer de profesora, coordinar cursos, elaborar materiales didácticos propios, firmar convenios internacionales con instituciones educativas. Y no paré hasta conseguir mi sueño, el de fundar el Centro de Formación y Consultoría Lingüística Linguolandia (cuyo método de enseñanza se ha expandido internacionalmente). Mientras tanto… un sinfín de seminarios, cursos de reciclaje, organización de estancias lingüísticas, grabación de audiocursos en RNE, un ciclo de programas sobre diferencias culturales, elaboración de manuales y traducción de libros. No hay límites en el perfeccionamiento, como dicen los rusos (Нет предела совершенству). Mi siguiente reto es esta LenguAgenda.
Seguro que te sonarán estas preguntas. ¿Qué hago para aprender un idioma en tiempo récord? ¿Por qué no hablo como los demás si estudio tanto? ¿De dónde saco más tiempo y motivación? Todos nos planteamos estas dudas en algún momento de nuestro aprendizaje. Lo cierto es que «La dificultad de un idioma es inversamente proporcional a la motivación para aprenderlo» (Reg Hindley).
Empieza por el principio… ¡Cambia tu actitud, disfruta del proceso de aprender! Relájate y acepta que es duro, pero es un «masoquismo elitista» y ten claro que estudiar lenguas extranjeras es «una agradable cadena perpetua». Aprender un idioma NO ES estudiar reglas gramaticales ni memorizar las palabras para luego juntarlas de acuerdo con las reglas aprendidas. Estudiar un idioma ES sumergirse en la mentalidad de los hablantes nativos, en su cultura, empezar a ver el mundo desde otra perspectiva, «a través del prisma de este idioma».
¡Hay que «vivir» el nuevo idioma con todo lo que lo rodea! Si lo aceptas, poco a poco te darás cuenta (palabras de mi queridísimo alumno Andrés) que es «como una pastilla para la tensión que una vez que te la prescriben, no puedes dejar de tomarla» porque aprender (cuando hablamos de lenguas extranjeras) es un proceso constante o no es nada…
El idioma es el mapa de carreteras de una cultura. Te deseo que sepas aprovechar y explorar estos caminos culturales a través de esa lengua que estudias y espero que este diario te ayude en este interminable camino hacia la perfección.
«Se vive otra vida por cada idioma que se habla»
Hola.
Mi nombre es Natalia. Hablo cinco idiomas, tengo tres profesiones y vivo la vida que siempre había soñado en España.
Desde muy pequeñita, mi pasión es la lectura y la geografía. Me imaginaba realizando grandes viajes, viviendo aventuras, visitando muchos países y conociendo todos los lugares interesantes del mundo. El primer paso que di para cumplir mis sueños fue aprender idiomas. Soy bilingüe, mis lenguas maternas son la bielorrusa y la rusa, empecé a estudiar inglés a los tres años, añadí polaco a mi lista de lenguas por pura curiosidad y con veintinueve años comencé a aprender español. Para mí, hablar diferentes idiomas es tener la mente abierta, ver la existencia en 360°, descubrir la realidad en toda su amplitud y estar disponible para las oportunidades que nos depara la vida.
Hoy en día soy una coach que ayuda a las personas a conseguir los objetivos vitales que quieren alcanzar y que se merecen. En el año 2020, en plena cuarentena en España, tuve un cliente cuyo objetivo era superar su nivel de inglés. Trabajamos durante 2 meses y al final no solo ha mejorado de nivel, sino que ha superado la barrera lingüística, ha empezado a hablar sin miedo, a vivir en este idioma y, como prueba de superación, ha conseguido un nuevo puesto de trabajo en otra empresa ascendiendo en su carrera y mejorando su salario.
Este es un ejemplo de cómo realizando cambios en un aspecto de nuestra vida, estos nos conducen a otros cambios más grandes y satisfactorios. ¿Cuál es el secreto? ¿Qué era lo que le faltaba a esta persona para conseguir su objetivo? El sistema. En cuanto sistematizó sus acciones diarias, semanales y mensuales, empezó a avanzar en la consecución de su objetivo y en el proceso de coaching.
Estoy convencida, como coach y como persona, de que el mejor modo de conseguir nuestras metas es tenerlas claras y ser constante en las acciones que realizar, que serán las que te lleven a su consecución. También, ayuda bastante ser creativo y abierto a lo largo de ese proceso, aceptar que pueden existir muchos caminos para llegar al estado deseado. La clave es ser consciente y responsable en el proceso.
Antes de formarme como coach he trabajado como abogada y como especialista en marketing digital. Estas profesiones han aportado muchísimo a mi experiencia. El derecho me mantiene la mente constantemente abierta a nuevas informaciones y me ayuda a desarrollar las estructuras cerebrales. El marketing me ha enseñado a marcarme unos objetivos claros y a medir los resultados.
Cuando coincidimos Svetlana y yo, decidimos implementar toda nuestra experiencia profesional y personal para crear una herramienta ágil aplicable al estudio de cualquier idioma. Os vamos acompañar durante 9 meses hacia vuestros resultados. Solo tenéis que seguirnos y ser constantes. Estoy segura de que cada uno de vosotros puede conseguir todo lo que se proponga.
Os deseo buen viaje en este proceso de aprendizaje. ¡Qué descubráis vías amenas a vuestros objetivos y que no se os agote vuestra sed de conocimientos, manteniendo una actitud activa, curiosa e investigadora!
Mi web: nataliaserranocoach.com
«Se vive otra vida por cada idioma que se habla»